GRATINADO DE APIO CON “BECHAMEL”

Hola a todos, cómo estáis pasando el frío? Yo os traigo una receta reconfortante para mimar a nuestro cuerpo en esta estación tan dura. Es otro gratinado, ¿por qué tantos gratinados Patt?🙆‍♀️ Porque son una manera fácil y rápida de comer verdura de manera apetecible sobre todo en Otoño/Invierno.

Un gratinado lo puedes dejar preparado en la nevera la noche anterior para ser horneado al día siguiente sin que te cueste mayor esfuerzo que encender el horno y meterlo. Además hacer un gratinado simplemente implica cortar en juliana unas verduras y colocarlas en una fuente en horno. Más fácil imposible. Eso sí, en esta receta vamos a currárnoslo un poco más haciendo una bechamel. EP! ¡¿Bechamel?! ¡Pero eso no es healthy! A ver depende… todo depende de cómo lo hagas, qué harinas uses y si vas a comer más carbohidratos. En este caso comeremos apio y cebolla, bechamel de harina de avena (que tiene bajo índice glucémico) y una cola de pescadilla.

Tenemos la verdura, la proteína en forma de pescado y los hidratos en forma de avena (que es integral). Además vamos a hacer una bechamel comedida, no vamos a bañar al apio en un mar de bechamel… ni vamos a mojar pan en ella porque sería comer más carbohidratos que no necesitamos porque ya nos los da la propia bechamel. Capisci?

Según el Ayurveda y la época del año

El apio es una verdura que está presente prácticamente todo el año. Quizá en Verano y Otoño es cuando menos óptimo está pero depende de dónde vivas claro. No obstante es una muy buena verdura para cualquier constitución simplemente hay que saber comerla. La única particularidad que presenta es que para la constitución Vata dominante actúa de manera secante en el organismo, por lo que mejor consumirla cocinada al horno o hervida y acompañada de cebolla, zanahoria o de “bechamel” cómo haremos en esta receta.

Tal y como lo vamos a hacer en esta receta con su bechamel, es mejor para los meses de Otoño y principios de Invierno. Para finales de invierno y Primavera mejor prescindir de la bechamel y hacerla sin (cómo en esta receta) o sustituir la harina de avena por harina de cebada o centeno. No obstante, no lo he probado personalmente cómo queda así que estás en terreno inexplorado y sólo ante el peligro. Buena suerte. 👌

En Verano puedes consumir el apio crudo porque refresca y no apetecen los gratinados. Pero si eres Vata ojo, no te excedas, combínalo con zanahoria o pepino por ejemplo.

Y otro detallito a tener en cuenta es que en Ayurveda la leche no se mezcla con el resto de alimentos porque su digestión es incompatible. Ni fruta, ni verdura, ni proteína. Nada de batidos a base de leche, salsas de nata para la pasta con bacón o salmón, bechameles, ni nada ☝ Sólo con especias. Piensa que el Ayurveda es el Rey de la Digestión, la comprende a un nivel que otras disciplinas no llegan, si quieres cuidar tu salud de una manera muy refinada te recomiendo que apliques estos conocimientos. A mí me ha salvado la vida, no me cansaré de decirlo. 💯

Venga vamos al lío….

INGREDIENTES para 2-3 personas

  • 1 cabeza de apio mediana
  • 1 cebolla
  • 1 cucharada de ghee o mantequilla o aceite de oliva o coco si eres vegano
  • 2 cucharadas colmadas de harina de avena (sin gluten si lo necesitas)
  • 500ml de leche de avena o arroz
  • sal y pimienta (blanca preferiblemente) al gusto
  • 1/4 de cucharadita de nuez moscada
  • 1/2 cucharadita de cebolla en polvo
  • 3 puñados de nueces
  • 1 manojo de pasas (opcional)
  • 1 chorrito de vino rancio (opcional)

Cómo toda receta que use horno, hay que empezar precalentándolo. En este caso a 180º. Para verdura siempre es mejor 180º para que no se deshidraten tan rápido y se cocinen bien a su ritmo.

Comenzamos quitando las hojas del apio, lavándolo y lo cortamos en juliana. Yo no separo las ramas y las lavo una a una, eso es demasiado trabajo… lo lavo tal cual tratando de eliminar toda la arena posible de la parte más cercana a la raíz y ya está. Además así es mucho más fácil cortarlo. Después guardo la parte de la raíz y se la doy a mi perra que le encanta.

Lo mismo con la cebolla, quitamos la piel y la cortamos en juliana. Añadimos el apio y la cebolla en una fuente de horno pequeña y salamos ligeramente. Añadimos unos 150ml de agua y las pasas si te apetecen. Tapamos la fuente con una tapa, papel de aluminio,… Yo uso una bandeja de pizza para taparlo porque eso que me ahorro de usar desechables en la cocina. Lo metemos al horno unos 30-35 minutos… según te guste de consistencia.

Mientras preparamos la bechamel. Templamos la leche en un cazo o en el micro, lo que te sea más útil. En otro cazo a fuego medio derretimos el ghee o la mantequilla y añadimos un par de pizcas de pimienta, la cebolla en polvo y la nuez moscada. Las tostamos ligeramente durante unos segundos y añadimos una buena cucharada colmada de harina de avena. Removemos bien y tostamos la harina durante unos minutos.

Apartamos el cazo del fuego y añadimos la leche poco a poco removiendo con unas varillas preferiblemente. Vamos integrando la harina a la leche sin que queden grumos. Volvemos a ponerlo al fuego y sin dejar de remover se irá espesando poco a poco. Cuando tenga una consistencia cremosa añadimos el vino (si lo deseas) y removemos un poco más, que se evapore un poco el alcohol pero no del todo, queremos un toquecito peleón.

Una vez el apio esté cocido lo sacamos del horno y le añadimos la bechamel. Mezclamos bien y decoramos por encima con las nueces picadas así más o menos con tus propias manos.

Lo metémos al horno de nuevo hasta que las nueces se doren. CON EXTREMA PRECAUCIÓN porque las nueces se queman muy rápido y nos fastidiarían el plato.

Y ya está, ahí lo tienes un gratinado super sabroso y saludable. ¡Qué aproveche!

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