GRANOLA DE BAJO ÍNDICE GLUCÉMICO

Originalmente la granola es una mezcla de copos de avena, miel o otro endulzante líquido y frutos secos. Se hornea y se carameliza. Está muy buena pero la avena y la miel contienen grandes cantidades de glucosa. Si tienes problemas de salud como diabetes, sobrepeso o simplemente sientes cansancio crónico, bruma mental, dificultad para perder peso o estás en la menopausia te aconsejo muy mucho que vigiles tu consumo de glucosa. De hecho si tienes cualquier problema de salud física o mental, te aconsejo que tengas en cuenta tu consumo de glucosa.

La glucosa se encuentra en gran medida en los cereales, pasta, dulces y zumos. Consumir una gran cantidad de glucosa de golpe como sería un plato de pasta, un vaso de zumo o avena con azúcar (es decir, granola) hace subir nuestra glucosa en sangre. Si vamos a realizar un gran esfuerzo como cortar leña o correr 20km está bien, pero si vamos a sentarnos a trabajar en el ordenador no es necesario en absoluto. De hecho, va a ser contraproducente para nuestra salud y aquí es cuando empiezan a aparecer síntomas que si no se atienden podríamos acabar desarrollando una diabetes por ejemplo.

Por otra parte, es cierto que los alimentos que contienen altas cantidades de glucosa resultan muy apetitosos y cuesta moderarlos. Es por esto por lo que en esta receta (y en todas las recetas del blog) te ofrezco sustitutos saludables para no tener la sensación que dejamos todo lo bueno de lado…

¿POR QUÉ ES SALUDABLE ESTA GRANOLA DE BAJO IG?

Primero porque no contiene azúcar añadido. Ahora bien, precisamente por esto ese acabado crujiente de caramelo que tiene la granola original no está. Pero lo hemos sustituido por el crujiente de las semillas y las nueces. Al final a la mente se la puede engañar con ciertos trucos…

Lo que sí contiene esta granola son:

• Nueces, semillas, ghee. Es decir, grasas saludables imprescindibles para crear nuestras hormonas entre otras tareas vitales. Por favor no le tengas miedo a la grasa saludable.

• Un pseudocereal de bajo índice glucémico como la quinoa. Esto significa que nos aporta glucosa pero de forma moderada sin generarnos excesos tóxicos.

• Rica en proteína ya que los frutos secos, semillas y quinoa contienen parte de proteína que la avena no te aporta. Por ejemplo, 100g de quinoa contienen 14g de proteína o de pipas de girasol 21g, mientras que de avena tan solo 2,4g. Además si combinas esta granola con yogur animal o de soja todavía obtendrás más proteína cosa muy importante para la regeneración muscular y mantenernos saciadas/saciados.

• Un toque dulce sin necesidad de azúcar. Nuestra mente asocia el sabor del coco y la canela con postres o cosas dulces, porque precisamente son dos alimentos dulces! El problema es que estamos acostumbrados a potenciar ese dulzor con azúcares añadidos. En esta receta nos conformamos con el dulzor natural de los propios ingredientes. Si tienes el paladar muy acostumbrado al exceso de dulce quizá te gustaría añadir un poco de miel al servir. No obstante, si este es tu caso se acaba de desvelar una información importante que quizá quieras meditar.

¡Venga al lío!

INGREDIENTES para 3 tazas de granola

• 1 cucharada de ghee (alternativas: aceite de coco, aceite de sésamo crudo o tostado, aceite de semillas de girasol de PPF)
• 1 taza de nueces
• 1/2 taza de pipas de girasol crudas
• 1/2 taza de pipas de calabaza crudas
• 1 pizca de sal (opcional)
• 3 cucharadas de coco rallado (sin azúcares añadidos, lo indicará en la lista de ingredientes del envase)
• 3 cucharaditas de canela
• 1 taza de quinoa hinchada (sin azúcares añadidos, lo indicará en la lista de ingredientes del envase)
• 2 cucharadas de sésamo tostado o crudo

Previamente prepara una superficie plana donde puedas dejar enfriar tu granola. Es importante este paso, pronto lo entenderás. Deja a mano una bandeja grande o extiende un papel de horno en la encimera.

Comenzamos calentando una sartén a fuego medio. Añadimos ghee y lo fundimos.

Seguidamente añadimos las nueces y las pipas de girasol y calabaza y las tostamos removiendo cada cierto tiempo. Hay que vigilar que no se quemen, con paciencia. Aproximadamente pueden tardar 8-10 minutos. Si el sésamo no lo has podido conseguir tostado entonces añádelo en este paso.

Para finalizar, bajamos el fuego y añadimos la sal, el coco rallado, la canela, la quinoa y el sésamo tostado. Tostamos durante unos segundos removiendo constantemente ya que el coco y la canela se pueden quemar con facilidad. Cuando veas el coco un poco tostado retira del fuego.

Rápidamente colocamos la granola en una superficie plana como una bandeja grande o una hoja de horno. No la dejes en la sartén sino se quemará, ha de ser un paso rápido. Déjala enfriar por completo hasta que ya no esté caliente al tacto. En este punto es cuando podemos almacenarla en un recipiente. Si la guardas caliente se formará vapor de agua en el recipiente y podría estropearse. Yo incluso en un saquito de tela meto unas bolsitas de silica de uso alimentario y lo meto en el recipiente para que absorba la humedad y no se estropeé la granola. No tiene porqué pero por si acaso. De hecho esta granola dura tanto como la caducidad del ingrediente que caduque antes ya todos los ingredientes son secos (no contienen agua). La granola hecha con miel, sirope de arce o crema de cacahuete introduce agua que es dificil de evaporar por completo durante la cocción por lo que la granola se estropea antes. Esto lo puedes notar porque te da gases olorosos.

Dicho esto, ya la puedes disfrutar en yogures, con leche, sobre queso fresco, sobre helados naturales y saludables,… o como más te plazca. También puedes añadirle una vez fría: pepitas de cacao crudo o pepitas de chocolate del 80%, trozos de frutos rojos liofilizados, láminas de coco deshidratadas, pasas, té verde matcha en polvo, …

¡Espero que te animes a hacerla es muy gustosa!

Suscríbete al blog para estar al día de meditaciones, recetas y cuidados ayurvédicos. ¡Gracias!